El poder del que nadie habla.No se trata de Israel, sino de la probada «nacionalidad judía» del sistema capitalista que controla desde gobiernos hasta sistemas económico productivos y grandes medios de comunicación tanto en los países centrales como periféricos

 

 

El poder del que nadie habla No se trata de un Estado judío en el lejano Medio Oriente, sino de medios de comunicación, bancos y corporaciones trasnacionales con judíos dominando la mayoría de los paquetes accionarios o hegemonizando las decisiones gerenciales desde puestos directrices y ejecutivos. Quien se tome el trabajo de investigar el nombre de los integrantes de los directorios o de los accionistas de la grandes corporaciones y bancos transnacionales estadounidenses y europeos que controlan desde el comercio exterior e interior hasta los sistemas económicos productivos de los países, tanto centrales como «subdesarrollados» o «emergentes», podrá fácilmente comprobar que (en una abrumante mayoría) son de origen judío. Quien investigue con este mismo criterio, además, los medios de comunicación, la industria cultural o artística, cámaras empresariales, organizaciones sociales, fundaciones, organizaciones profesionales, ONGs, tanto en los países centrales como periféricos, se va a sorprender de la notable incidencia de personas de origen judío en sus más altos niveles de decisión. A la investigadora chilena Denise Shomaly K., investigar y demostrar que el lobby de la comunicación (sobre todo las grandes cadenas) y la industria cultural estadounidense están dominados y controlados por ciudadanos de origen judío le costó una campaña de lapidación como «antisemita», y fue incluso criticada y reprobada como «nazi» por la izquierda políticamente «correcta» y la usinas socialdemócratas. (Ver: El lobby judío controla la industria cultural estadounidense ).

Si ese mismo ejemplo de investigación de los directorios y paquetes accionarios de los grandes medios de comunicación e industrias culturales se trasladara a Europa o América Latina, se llegaría a los mismos o parecidos resultados a que llegó la investigadora chilena. Las tres principales cadenas televisivas de EEUU (CNN, ABC, NBC y Fox) , los tres principales diarios (The Wall Street Journal, The New York Times y The Washington Post) están controlados y gerenciados (a través de paquetes accionarios o de familias) por grupos del lobby judío, principalmente neoyorquino. Asimismo como las tres más influyentes revistas (Newsweek, Time y The New Yorker), y consorcios hegemónicos de Internet como Time-Warner (fusionado con América on Line) o Yahoo, están controlados por gerenciamiento y capital judío que opera a nivel de redes y conglomerados entrelazados con otras empresas. Colosos del cine de Hollywood y del espectáculo como The Walt Disney Company, Warner Brothers, Columbia Pictures, Paramount, 20th Century Fox, entre otros, forman parte de esta red interactiva del capital sionista imperialista. Todos estos conglomerados judeo capitalistas, mediáticos y cinematográficos, moldearon y nivelaron desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, la «cultura americana» y la sociedad de consumo capitalista extendidas como «única civilización posible» por todo el planeta.

Los directivos y accionistas de las primeras treinta megaempresas trasnacionales y bancos (las más grandes del mundo) que cotizan en el indice Dow Jones de Wall Street, son mayoritariamente de origen judío. Megacorporaciones del capitalismo sin fronteras como Wal-Mart Stores, Walt Disney, Microsoft, Pfizer Inc, General Motors, Hewlett Packard, Home Depot, Honeywell, IBM, Intel Corporation, Johnson & Johnson, JP Morgan Chase, American International Group, American Express, AT & T, Boeing Co (armamentista) , Caterpillar, Citigroup, Coca Cola, Dupont, Exxon Mobil (petrolera) , General Electric, McDonalds, Merck & Co, Procter & Gamble, United Technologies, Verizon, son controladas y/o gerenciados por capitales y personas de origen judío. Estas corporaciones representan la crema de la crema de los grandes consorcios trasnacionales judeo sionistas que, a través del lobby ejercido por las embajadas estadounidenses y europeas, dictan y condicionan la política mundial y el comportamiento de gobiernos, ejércitos, o instituciones mundiales oficiales o privadas. Son los amos invisibles del Planeta: los que manejan a los países y a presidentes por control remoto, como si fueran títeres de última generación. Esto explica porque los gobiernos del mundo (incluidos los árabes) se «cuidaron» de no seguir el ejemplo de Venezuela y Bolivia (además de Cuba e Irán) de condenar el genocidio israelí en Gaza y expulsar a sus embajadores en repudio por la matanza de civiles inocentes durante 22 días consecutivos de bombardeos que causaron más de 1.400 muertos, 6000 heridos, y el asesinato de más de 400 niños y 250 mujeres. A este fenómeno de «poder mundial» judío, y no a Israel, es lo que temen los presidentes, políticos, periodistas, e intelectuales que evitan puntillosamente condenar o nombrar el genocidio militar de Israel en Gaza, repitiendo lo que ya hicieron durante la masacre israelí en Libano en el 2006. La gran complicidad política, cultural y social a escala global con la masacre israelí no se gestó por miedo a Estado de Israel sino por miedo a lo que representa el Estado de Israel. No se trata de Israel, un Estado sionista más, sino del «Gran Israel», la patria del judaísmo mundial (con territorio robado a los palestinos), de la cual todos los judíos del mundo se sienten sus hijos pródigos desperdigados por el mundo. No se trata de Israel, sino de las poderosas organizaciones y comunidades judías mundiales que apoyaron en bloque el genocidio militar de Israel en Gaza, que utilizan su poder y «escala de prestigio» (construida mediante su victimización histórica con el Holocausto) para convertir en un leproso social al que se atreva criticar o a levantar la voz contra el exterminio militar israelí en Gaza. Los gobiernos del mundo capitalista, los periodistas, intelectuales, organizaciones sindicales y sociales no le temen a Israel, sino a su lapidación social como «antisemita» (mote que se le otorga al que enfrenta y/o denuncia al sionismo judío). No le temen al Estado de Israel, sino a los hijos de Israel camuflados en los grandes centros de decisión del poder mundial, sobre todo económicos-financieros y mediático-culturales. En definitiva, los políticos, intelectuales y periodistas del sistema no temen a Israel, sino que temen a los medios, organizaciones y empresas judías, y a su influencia sobre los gobiernos y procesos económicos-culturales del sistema sionista capitalista extendido por todos los países a escala planetaria. En definitiva temen que las empresas, las universidades, las organizaciones y las fundaciones internacionales sionistas que financian y o promocionan sus ascensos y puestos en la maquinaria del sistema los declaren «antisemitas» y los dejen sin trabajo, sin vacaciones y sin jubilación. Esa es la causa principal que explica porque los intelectuales, académicos y periodistas del sistema viven elucubrando sesudos análisis de la «realidad» política, económica y social sin la presencia de la palabra judío o del sistema capitalista que paga por sus servicios. Si bien hay un grupo de intelectuales y de militantes judíos de izquierda (entre ellos Chomsky y Gelman, entre otros) que condenaron y protestaron contra el genocidio israelí en Gaza, la mayoría abrumante de las comunidades y organizaciones judías a escala planetaria apoyaron explícitamente la masacre de civiles en Gaza argumentando que se trataba de una «guerra contra el terrorismo».

A pesar de que Israel no invadió ni perpetró un genocidio militar en Gaza con la religión judía, sino con aviones F-16, misiles, bombas de racimo, helicópteros Apache, tanques, artillería pesada, barcos, sistemas informatizados, y una estrategia y un plan de exterminio militar en gran escala, quien cuestione esa masacre es condenado por «antisemita» por el poder judío mundial distribuido por el mundo. A pesar de que el lobby judío sionista que controla Israel, tanto como la Casa Blanca, el Tesoro y la Reserva Federal de EEUU no reza en las sinagogas sino en la Catedral de Wall Street, el que lo critique es tildado de inmediato como «antisemita» o «nazi» por las estructuras mediáticas y culturales controlados por el poder judío mundial. Las campañas de denuncia de antisemitismo con las que Israel y las organizaciones judías buscan neutralizar a las criticas contra la masacre, abordan la cuestión como si el sionismo judío (sostén del estado de Israel) fuera una cuestión «racial» o religiosa, y no un sistema de dominio imperial que abarca interactivamente el plano económico, político, social y cultural, superando la cuestión de la raza o de las creencias religiosas.

El lobby judío no controla el mundo con la religión: lo maneja con bancos, trasnacionales, hegemonía sobre los sistemas económicos-productivos, control sobre los recursos naturales, control de la red informativa y de manipulación mundial, y manejo de los valores sociales a través de la publicidad, la cultura y el consumo estandarizado y globalizado por los medios de comunicación. En definitiva, el lobby judío no representa a ninguna sinagoga ni expresión racial, sino que es la estructura que maneja el poder mundial a través del control sobre los centros económicos-financieros y de decisión estratégica del sistema capitalista expandido como civilización «única». Antes que por la religión y la raza, el lobby judío y sus redes se mueven por una ideología política funcional: el sionismo capitalista-imperial que antepone el mercado, la concentración de riqueza, la «política de negocios», a cualquier filosofía que roce las nociones del «bien» o del «mal» entendidos dentro de parámetros sociales. Entonces: ¿De qué hablan cuando hablan de «antisemitismo» o de «anti-judaismo religioso? ¿En que parámetros referenciales se basa la condición de «antisemita»? ¿Quién es antisemita? ¿Quién critica a los judíos por su religión o por su raza en las sociedades del mundo? A lo sumo, a los judíos, como está probado en la realidad social de cualquier país, no se los critica por su religión o condición racial sino por su apego excesivo al status del dinero (también cultivado por otras colectividades) y a integrar estructuras o jerarquías de poder dentro de un sistema injusto de opresión y de explotación del hombre por el hombre, ´como es el sistema capitalista. Históricamente, más que por su religión, en todos los países y sociedades de la tierra, el judío siempre estuvo identificado en la figura del «usurero» y no en la del rabino, cuestión que se refleja masivamente en los «chistes de judíos» contados hasta por los propios judíos. Es decir, a los judíos habitualmente no se los critica por su religión o su raza, sino por sus valores excesivamente «materialistas» que los llevan rápidamente a escalar pirámides de poder dentro del sistema capitalista, lo que les construyó el mito (alentado por los propios judíos) de «inteligencia superior». Salvo los grupos minoritarios de fanáticos y racistas que sólo se representan a sí mismos, en las sociedades (salvo el nazismo alemán y algunas excepciones) casi nunca hubo «persecución religiosa o racial» del judío, si no que hubo una asociación del judío con la «peor cara del capitalismo», representada en el sistema económico-financiero especulativo. ¿Cuántos son los grupos de nazis y fanáticos que persiguen «racialmente» a los judíos por el mundo, en relación al conjunto de la humanidad? Alcanzan los dedos de una mano para contarlos. Es más, los «nazis» que quedan, ni siquiera son nazis con «pureza doctrinaria», son lúmpenes, marginales alienados del sistema capitalista, una especie de «tribu» urbana insignificante e idiota, que no representan un peligro para nadie, y que habitualmente son utilizados para mantener vivo el mito de la «persecución» y el «antisemitismo. En definitiva el mito de la «persecución religiosa-racial», solo sirvió para generar el mito del «antisemitismo» como falsa corriente masiva, con la finalidad de tapar lo que grupos minoritarios de origen judío hacen en realidad: controlar y manejar los resortes estratégicos del sistema capitalista que gobierna el mundo por medio del poder económico. Cuando hablamos de lobby judío, no hablamos de religión o de sinagoga sino de un poder mundial controlado en sus resortes decisivos por grupos minoritarios de origen judío, y conformado por una estructura de estrategas y tecnócratas que operan las redes industriales, tecnológicas, militares, financieras y mediáticas del capitalismo trasnacional extendido por los cuatro puntos cardinales del planeta. Cuando hablamos de lobby judío, hablamos de un diseño estratégico de poder mundial, interactivo y totalizado, que se concreta mediante una red infinita de asociaciones y vasos comunicantes entre el capital financiero, industrial y de servicios que convierte a los países y gobiernos en gerencias de enclave. Cuando hablamos de lobby judío hablamos de un poder mundial sionista imperialista que es el dueño del Estado de Israel tanto como del Estado norteamericano, y de centenares de países con sus recursos naturales y sistemas económico-productivos, sencillamente porque controla el capital y los medios de producción que mueven a esos países. A ese poder, y no al Estado de Israel, es al que temen los presidentes, políticos, periodistas e intelectuales que callan y ocultan a diario el genocidio de Israel en Gaza temerosos de quedar sepultados de por vida bajo la lápida del «antisemitismo». Por Manuel Freytas (*) manuelfreytas@iarnoticias.com Informe especial ***** (*) Manuel Freytas es periodista, investigador y analista, especialista en inteligencia y comunicación estratégica. http://www.iarnoticias.com/2009/secciones/contrainformacion/0008_poder_invisible_09feb09.html

3 comentarios sobre “El poder del que nadie habla.No se trata de Israel, sino de la probada «nacionalidad judía» del sistema capitalista que controla desde gobiernos hasta sistemas económico productivos y grandes medios de comunicación tanto en los países centrales como periféricos

  1. Dejolos comentarios que iban con el post censurado en elpaís.com

    casajuntoalrio dijo
    Nadie habla, pocos quieren entrar a analizar esto, pero la verdad es terca y abrumadora.La crisis económica es una maniobra más de la banc sionista para aumentar su poder. Analizad los nombres propios de los grandes grupos implicados en la crisis y vereis que no hay resquicio para las dudas.La democracia no existe. Si existió alguna vez , que creo que no, murió el 22 de Noviembre de 1963 cuando el complejo militar industrial americano dirigido por sionistas y socios asesinaron a Kennedy. Pero este es un asunto para arriesgados y valientes. Nadie se atreve a hablar aunque lo vea. Es probable que nadie se atreva a comentar en esta entrada, pero en ella se habla del futuro y del fascismo.nazismo encubierto que es el movimiento judeo-sionista.

    28 Febrero 2010, 12:42

    Antonio Rodríguez Rubio dijo
    Casa:
    Bueno, yo soy «antisistema» y «antijudío».
    En mis artículos, he dicho le que dice este buen señor.
    Y no pongo aquí lo que pienso por si me fríen.
    Un abrazo.
    Salud y República.

    28 Febrero 2010, 21:43

    casajuntoalrio dijo
    Hablando con propiedad no soy ninguna de las dos cosas. Tal vez sustituiría lo de antisitema por antimundialista o antiglobalización, pero tampoco es exacto. Todos nos beneficiamos del sistema y de la globalización. Y si alguien donde sea y apoyandose en lo que antes hicieron otros descubre el remedio para alguna enfermedad o cualquier cosa que pueda mejorar nuestra vida yo lo quiero también. Creo que es precisa un globalización justa y solidaria. Un comercio justo y una colaboración entre todos los paises con un respeto escrupuloso a sus tradiciones, cultura y formas de vida…encauzando a todos hacia un respeto racional y objetivable de los derechos humanos y civiles. Nada que ver con el panorama actual en que todos somos presos del capital internacional que solo busca beneficios…
    También creo que hay que evitar el término judía ya que se refiere a un hecho religioso , al que no me opongo aunque sea un ateo decidido y muchas veces beligerante contra todas las religiones. Sionismo es un término mucho más preciso y no tiene la cognotación religiosa.
    Comprendo que se utilice , porke es el propio sionismo quien lo hace…,pero casi siempre es para desmontar críticas y marcar a los cr´ticos con una carga muy peyorativa y planteando a continuación como resultado el «si eres antisionista eres nazi», como le ha pasado a la autora del artículo y a mí mismo en el blog. No obstante y aunque en el artículo se emplea no hay mucho lugar para las dudas..Hoy el sionismo y el sionismo cristiano principalmente en su forma económica es el peligro mayor para el desarrollo del mundo en la línea que plantea el artículo.
    Su influencia es tanta que tu mismo,–tal como yo he previsto–, no quieres hablar por miedo.
    Ese es el problema que denuncio, que nos tienen literalmente en los aspectos económicos, políticos y de pensamiento, cogidos fuertemente por las pelotas…
    Pero es preciso hablar y denunciar…ser honestos y coherentes. Se trata del presente y el futuro.
    1saludo y gracias por comentar en esta complicada entrada

    28 Febrero 2010, 23:16

    jmgarcia-1943 dijo
    No tengo nada que objetar, por el contrario confirmar todo lo expuesto y en relacion con mi modesta experiencia en ese campo.

    Martin

    28 Febrero 2010, 23:26

    lois dijo
    Digo lo mismo que jmgarcia…confirmo lo expuesto…los matices de Casa me parecen fundamentales.. Un cariñoso saludo a los tres

    01 Marzo 2010, 15:33

    casajuntoalrio dijo
    He borrado dos coments en esta entrada por que no hablaban del artículo.
    El primero porque, como le ha pasado a la autora del artículo, me acusaba de nazi etc…en esa espiral de confusión que el sionismo y sus propagandistas siempre tratan de provocar.
    El segundo por su tono poco respetuoso y que concluia con generalizaciones del terrorismo culpando a árabes.
    Si alguien tiene algo que aportar o simplemente demostar que cuanto dice Manuel Freytas no es cierto, le animo a ello. Nada me gustaría más que descubrir que el poder financiero y el complejo militar-industrial-químico no esta controlado por el sionismo y por el cristianosionismo evangelico.
    Carlos (casajuntoalrio)

    02 Marzo 2010, 11:26

    Judas el Viejo dijo
    … gluib… … no sé…

    Un fuerte abrazo amigo.

    03 Marzo 2010, 22:08

    casajuntoalrio dijo
    Gracias por dejar tu coment jmg. No es una cuestion ni racial ni religiosa. El sionismo político y financiero es el neonazismo líquido (dictadura líquida es un término acuñado por loisdmuras).
    Es el estado actual de las cosas. El mundo globalizado es una granja de humanos gestionado para su poder y beneficio por una élite económica compuesta en una gran parte por sionazis banqueros o nazis cristianos como Bush. Así está la cosa.
    Dejo un fragmento de un artículo de James Petras…
    No hay otro sector de la economía de los Estados Unidos cuyo crecimiento pueda equipararse, en estos últimos años, al de las principales instituciones financieras, tanto en términos absolutos como relativos. Para el primer trimestre de 2006, Goldman Sachs (GS) anunció la superación del récord absoluto de beneficios en Wall Street, con 2.480 millones de dólares (es decir, 10.000 millones de dólares al año, de seguir al mismo ritmo). Estas ganancias representan un 64% más que las del mismo periodo del año pasado (un año ya muy lucrativo). La rentabilidad de los recursos propios alcanzó el 38,8%, cifra récord también para una compañía inversora. Los ingresos totales alcanzaron los 10.300 millones de dólares. GS ha registrado beneficios récord en cinco de los últimos nueve trimestres (Financial Times (FT) 15.03.2006, p. 1).

    Por su parte, Morgan Stanley declaró un incremento del 17% en sus ingresos netos, hasta 1.640 millones de dólares en su primer trimestre de 2006, con un aumento del 24% anual, en comparación con el 19,7% del año anterior. Lehman Brothers declaró unos beneficios superiores en un 24% para el mismo periodo, con una cifra récord de 1.100 millones de dólares y unos ingresos aumentados en 17% hasta 4.500 millones de dólares. Bear Stearns (BS) se unió al baile de millones de Wall Street, declarando unos beneficios en el primer trimestre de 514 millones de dólares, 34% más que el año anterior. Los ingresos alcanzaron los 2.300 millones, con un incremento del 19%, mientras que la rentabilidad de los recursos propios de los accionistas aumentó en un 20,1% en el primer trimestre. Sumados los beneficios de estos cuatro bancos, alcanzan los 5.730 millones de dólares para el trimestre que va de noviembre de 2005 a febrero de 2006, es decir, 22.900 millones anuales, y esta cifra no incluye los beneficios de tres de los cinco principales bancos (Citigroup, JP Morgan and Merrill Lynch), cuyo primer trimestre se contabiliza de enero de 2006 a marzo de 2006, y de los que se esperan beneficios igualmente elevados, duplicándose en ese trimestre hasta los 12.000 millones de dólares, e incrementando los beneficios a cerca de 50.000 millones en 2006.

    Ningún otro sector económico puede hacer gala de una tasa de beneficios similar, ni hay ninguna empresa de entre las siete principales que se acerque siquiera a estos beneficios récord. Los bancos consiguen su máximo rendimiento facilitando la concentración y la centralización del capital (operaciones que denominan “fusiones y adquisiciones”), imponiendo unos lucrativos honorarios en concepto de “asesoría” y suscribiendo las obligaciones que financian las fusiones y las adquisiciones. La segunda fuente de ingresos es la especulación, entre otras con la negociación de la deuda, las apuestas en los mercados mundiales de valores, especialmente en la energía, en los que Goldman and Morgan “han estado haciendo una fortuna estos últimos trimestres”.

    Mientras, en Estados Unidos, los consumidores, los políticos demagogos y los activistas antibelicistas acusan a los países productores de petróleo, pasando por alto totalmente la responsabilidad de los bancos especuladores en las subidas del precio del crudo.

    El principal aspecto político es que la fuerza motriz del sector económico más importante de la economía estadounidense –los servicios– es el sector financiero, el que menos participa en actividades productivas, entendiendo como tales la producción de bienes y servicios para la comunidad. Además de sus elevados beneficios, los astronómicos salarios y gratificaciones de sus elites directivas, y su papel en la concentración del capital tienen un papel principal en el incremento de las desigualdades de salarios. El coste que imponen a las empresas por sus “servicios” contribuye al endeudamiento lo que, a su vez, conduce a despidos masivos, y a la reducción de la cobertura sanitaria y de pensiones como parte de los mensajes de “asesoría” de los bancos implicados.

    Además de su actividad especulativa, los bancos se han convertido en accionistas significativos en sectores no bancarios. Desarrollan un importante papel en la reducción de costes laborales como método para maximizar los beneficios a corto plazo, a expensas de las inversiones a largo plazo en investigación y tecnología. Por último, la fuente más lucrativa y dinámica de los beneficios especulativos se encuentra en la expansión en ultramar, especialmente en Europa y Asia. Por ejemplo, Lehman Brothers anunció a mediados de marzo de 2006 “una agresiva expansión en Asia”. Mientras los rendimientos totales aumentaron el 17%, los ingresos provenientes de ultramar aumentaron el 30%, y los de Asia el 67%. David Goldfarb, director administrativo, declaró que la expansión en Asia era la prioridad número uno de Lehman. Los principales bancos han establecido o están en proceso de hacerlo, avanzadillas en los sectores bancarios de China e India. El imperialismo financiero se está convirtiendo en el principal instrumento para la construcción del Imperio del siglo XXI.
    http://www.rebelion.org/noticia.php?id=29577
    Bona nit

    03 Marzo 2010, 22:45

    NACIONALISTA dijo
    Manuel Freytas es judio oculto su anterior nombre era Menashe Freijtblatt, y produce articulos a veces en un sentido y a veces en otro sentido a fin de confundir a las masas proletarias. En Venezuela lo tenemos bien conocido y el gobierno lo vigila cada vez que llega al pais.
    Si leen en detalle la informacion la misma es desconexa con el fin de manipularnos y creer que el poder judio en realidad controla ademas las fuentes principales de petroleo, aqui hemos despachado entre algunos compañeros a un agente sionista que trabajaba en PDVSA como asistente de gerencia publicitaria. Sabemos de los contactos entre los jeques arabes y grandes capitalistas judios y se de uno en el que participo el mismisimo Menashe Freijtblatt alias Manuel Freytas. que casualidad ademas que haya estado tambien en Abu Dhabi cubriendo una nota sobre el cartel sionista que controla los medios de comunicacion en el mismo hotel y fecha en que el comando sionista del Mossad mataba al jefe del Hamas.

    CUIDADO CON LO QUE ESTE HOMBRE ESCRIBE NOS ESTA ENROSCANDO

    03 Marzo 2010, 23:30

    casajuntoalrio dijo
    Hola lois. Gracias por dejar el coment. No existe raza judía , no existe el pueblo elegido salvo en las creencias de una secta. Lo judío o lo cristiano findamentalista solo son poses, sabateos, evangélicos y vaticanos se pasan todo por el forro, es un disfraz para ocultar la verdad…
    Pero la verdad es terca y jodidamente comprometedora. Prescott Bush, abuelo del asesino Bush Jr que leía un cuento de cabras cuando caían las torres gemelas y que todos conocemos, financió junto con Rotchild através de Rockefeler, la Standard Oil, la IG. Farben y los Warbug a Hitler y el III Reich hasta casi su final.
    Pese al exterminio masivo de europeos de religión judía junto a otros europeos socialistas, comunistas, anarquistas, negros, gitanos y cualquier adversario político, y a la muerte de 80 millones de europeos de todas las nacionalidades , especialmente rusos que murieron 26 millones y fueron los que de verdad libraron a europa del nazismo,el sionismo y sus principales fortunas, además de haber ganado dinero alimentando a Hitler, siguieron ganando dinero con la liberación y el desarrrollo de ese conglomerado financiero-militar.químco industrial .
    Y sus nombres siguen estándo ahí…los Bush, Rotchild, Morgan, Goldmans, Rockefellr. Son los mismos y cada vez con más poder.

    03 Marzo 2010, 23:50

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